Alquimista Espiritual
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¿Sabías que todo lo que ves a tu alrededor tiene que ver con vos?

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    Victoria Farina
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Sí, es así. La realidad que estás viendo en este momento la has generado vos de manera inconsciente…

Te explico un poco más, en nuestra sangre llevamos información, esa información vibra de determinada manera y esa vibración emite una resonancia. Las experiencias que vivimos surgen a partir de esa vibración puesto que atraemos a nuestra vida aquello que resuena con esa información.

Por eso es tan importante saber qué información llevamos… ¿sino, cómo vamos a cambiar nuestra realidad? Y algo sumamente importante también: ¿cómo podemos darnos cuenta de todo esto?

La proyección

La semana pasada te hablé de la importancia de nuestras relaciones, del equinoccio de Libra durante el cual se nos estará mostrando el desequilibrio en aquellas relaciones que necesiten ajustes y de lo útil que puede ser la Comunicación No Violenta (CNV) para mejorar el entendimiento entre las partes.

Esta semana quiero hablarte de las proyecciones, pues es a través de ellas que podemos conocer esa información que se esconde en el inconsciente. Mi mentor siempre dice “si no sabes lo que estás dando, observa lo que estás recibiendo”. De eso se trata el observar la proyección. ¿Qué es lo que percibo de afuera? ¿Qué situaciones se me repiten una y otra vez, y no solo que no entiendo por qué sino que les echo la culpa a los demás o a la vida misma de lo que me pasa?

Al reflexionar acerca de esto y comprender esas proyecciones, puedo detectar la sombra que se esconde debajo de la superficie y, a partir de allí, decidir qué hacer con ella.

La sombra

Seguro te estás preguntando qué es la sombra. Te cuento: Desde que somos niños y vamos creciendo, observamos el mundo en función de lo que vemos y escuchamos a nuestro alrededor. Comenzamos a hacer asociaciones y encasillar toda esa información de una manera determinada. Esto hace que generemos juicios de ciertas cosas que vemos, y al generarse ese juicio, tildamos esa actitud o comportamiento como “no permitido”. Ese no permitido se bloquea, lo mandamos debajo de la alfombra y se convierte en una sombra…

Puedo darte un ejemplo, una vez tuve una consultante que creció sin poder sonreír porque su hermano siempre estaba enfermo… Ella creció con la idea de que “mostrarse feliz” no estaba bien visto y, entonces, lo escondía, se volvió una niña muy responsable, seria y callada, no permitía que los demás la vieran feliz porque era algo que en casa no podía suceder, todos estaban siempre tristes, ¿cómo ella iba a estar feliz? ¿Loco no? Pero verdad…

La dualidad

Al inicio pensamos que ya está, ya crecí, ya me deshice de eso, pero lamentablemente no es así. Vivimos en un mundo dual, así como existe el día, también existe la noche, ¿y cómo podríamos ver las estrellas si no tuviéramos la noche? Ambas polaridades son necesarias, coexisten y si una desaparece, la otra, también.

Entonces, cuando juzgamos comportamientos y actitudes, los bloqueamos, pero en realidad siguen estando allí y lo que hace el inconsciente es traérmelos a la luz para que pueda verlos e integrarlos. Esto generalmente viene de afuera, de otra persona que reproduce ese comportamiento que he juzgado para que yo lo reconozca, deje de juzgarlo y lo integre.

¿Te acordás de mi consultante que no se permitía sonreír? Pues bien, se buscó una pareja que siempre está sonriente, es superbuena onda y solo quiere divertirse, y esto a ella le molesta un poco. ¿Casualidad? Para nada, resonancia…

La integración

Entonces, cuando me abro a la posibilidad de que la otra persona no me hace “nada” y, en realidad, me está ayudando a verme a mí misma y a conocerme mejor, lo que hago es sacarle peso, y la responsabilidad vuelve a mí. A partir de allí, yo puedo decidir qué hacer con eso.

Las relaciones son la mejor forma de conocerme a mí misma; es cuando me expongo al compartir con otro que esa sombra tiene la posibilidad de expresarse y ser abrazada. Al final, recordemos, somos luz y sombra, todo a la vez…

Volviendo a mi consultante, ¿qué es aquello que le enseña su pareja? Pues que se permita sonreír más, divertirse más como él hace, sabiendo que no hay nadie que se lo prohíba y que no está mal hacerlo porque ella ahora es dueña de su propia vida y elige qué hacer con ella.

Así es que aquí te dejo la buena noticia… si vos estás creando tu realidad, solo vos podés cambiarla. No necesitás nada externo para hacerlo, simplemente querer tomar la responsabilidad de tu vida y generar ese cambio hoy mismo. ¿Te animás?

Y también puedes leer el artículo aquí en Tiempo Consciente.